Capitulo Arco Real para hermanos del Ecuador
El mes de noviembre del 2016 ha sido un mes de arduo trabajo para los EE.CC. del Gran Capítulo Arco Real de Chile, toda vez que en una maratónica jornada procedieron a Instalar y Consagrar el Capítulo Arco Real “Hijos de la Luz Nº 13” que desarrollará sus trabajos en la República del Ecuador.
La petición fue formulada por nueve Maestros de Emulación, quienes manifestaron su intención de completar la enseñanza consignada en el Ritual de acuerdo a lo establecido en la Constitución de la Gran Logia Unida de Inglaterra, base y fundamento de nuestros trabajos, que señala la masonería del Arco Real como parte integral indivisible del tercer grado simbólico y que, como tal no constituye un nuevo grado sino que forma parte del Grado de maestro, siendo así el complemento perfecto del mismo.
El Arco Real, es descrito como “la raíz y médula de la Francmasonería”, es donde se descubre el tesoro más grande de un masón, la palabra del Maestro y los verdaderos secretos largamente perdidos. Con excepción del grado de Maestro, no existe otra instancia masónica tan extensamente difundida, o que sea más importante en su valor histórico y simbólico, que la “Suprema Orden de los Masones del Santo Real Arco de Jerusalén”, es sin lugar a dudas la raíz, corazón, y esencia de la masonería pura y verdadera, es más sublime, e importante que cualquiera que le preceda, y es, en efecto, la cima y perfección de la masonería antigua.
Lo que no debe ser olvidado es que, por expresa voluntad del Supremo hacedor, el hombre ha sido creado dos veces, como un ente espiritual, de naturaleza divina, creado por Dios a su imagen, pues a su imagen lo creo Dios, y también fue creado como ser físico, terrenal, emocional, dúctil y maleable, capaz de reír, llorar, correr, saltar, bailar, etc. Esta dualidad ha generado la permanente y necesaria búsqueda de la verdad, del verdadero sentido de la vida, el anhelo de conocerse a sí mismo y de encontrar el nexo que lo conecte con Dios.
El Arco real está abierto a hombres de todas las creencias y es la culminación de la “pura y antigua Masonería”. La Masonería, presenta a sus candidatos una serie de principios eminentemente prácticos en base a los cuales, si son practicados, podrán vivir una vida al servicio de sus semejantes. Sin embargo el hombre no es sólo un ser práctico; su naturaleza tiene una vertiente esencialmente espiritual. Este aspecto espiritual se pone en práctica en el Tercer Grado, en el cual el hombre es guiado a la contemplación de su inevitable destino, lo que se convierte en el mensaje principal del Arco Real.